Señoras y Señores:
Deseo agradecer la presencia del señor subsecretario de Educación, don Fernando Rojas, quien ha tenido la deferencia de acompañarnos en este histórico momento.
Senadores:
1.- Andrés Zaldivar
2.- Alberto Espina
3.- Ena Von Baer
4.- Ex Ministro Sergio Bitar
Señoras Presidentas de las diversas Asociaciones Regionales de Centros de Padres:
Silvia Pastene APP de Antofagasta.
Erika Muñoz APP de Quinta Región.
Don José Urra APP de Séptima Región.
Ingrid Bohn APP de la Araucanía.
Señores Padres y Apoderados.
Tengan ustedes muy buenas tardes.
Antes de iniciar mi discurso quisiera lamentar profundamente la ausencia de los senadores Guido Giradi Lavin (PPD), Soledad Alvear Valenzuela (DC); diputados Pepe Auth (PPD) y Jorge Burgos (DC); a quienes invité personalmente, en mi calidad de presidente de la Asociación de Centros de Padres y Apoderados de la Región Metropolitana.
Y digo lamento, porque nuestra idea era que estuviera el más amplio espectro Político, para que pudieran escuchar el otro lado de la moneda.
Los apoderados de colegios particulares subvencionados de la región Metropolitana, nos hemos organizado para defender la calidad educacional que reciben nuestros hijos, así como para exigir grados crecientes de calidad en el futuro.
La importancia y potencialidad que se le atribuye a la educación actualmente, radica en el hecho que esta es vista como un medio para poder mejorar la calidad de vida de los países, especialmente los que se encuentran en vías de desarrollo, como el nuestro y por ende, la calidad de vida de quienes habitan cada uno de estos países. Es fundamental, en todo proceso de desarrollo, que la mayor cantidad de personas tengan acceso a una educación de calidad. Qué duda cabe.
Como padres y apoderados estamos inquietos ante los planteamientos sobre la educación. Queremos conocer, de parlamentarios de distintas tendencias políticas, su posición y argumentos en pro de acciones que concilien la calidad, la equidad y la libertad de nosotros a escoger las escuelas para la formación de nuestros hijos.
Queremos reglas claras, que permanezcan en el tiempo, de tal forma que permitan hacer una proyección al interior de nuestras familias; ya que si bien es cierto, estamos en un mundo que se renueva en forma vertiginosa, no es posible que cada tres o cuatro años tengamos que vivir con la incertidumbre sobre el cuestionamiento a un sector de la educación particular tan trascendente, como es la subvencionada, que tanto aporte ha hecho a nuestra sociedad, y en especial a nuestra clase media. Las Estadísticas así lo dicen.
Apoyamos el movimiento estudiantil por una educación de calidad al alcance de nuestras familias. Comprendemos, porque lo sufrimos en nuestros hijos, el drama que significa tenerlos en la educación superior, por un lado se experimenta un sentimiento de orgullo, de aspiración por un futuro mejor para ellos, pero al mismo tiempo, la angustia de tener que cubrir aranceles cada vez más altos y la incertidumbre ante la búsqueda de un espacio laboral al egresar.
Sin embargo nuestra inquietud aumenta, ante la posibilidad de tener que duplicar o triplicar el pago por una educación escolar de calidad que la buscamos y la encontramos libremente en los colegios particulares subvencionados, o tener que volver a las escuelas municipales de nuestras comunas, con todo el respeto que se merecen. Nuestros hijos no pueden esperar.
Al escuchar mis palabras, quizás les llame la atención y se pudiera pensar ¡Que no entiendo nada de los que está pasando! ¿Cómo va a ser más cara, si lo que queremos es la gratuidad? Debo decirles que esto no es tan así.
Simulemos por un momento, (ojalá que sea solo eso; una simulación) que el proyecto de ley se aprueba tal como está, y los colegios subvencionados no puedan seguir operando por un problema de liquidez. La opción va ser una Escuela Pública o un colegio Particular Pagado. Muchos de los aquí presentes quizás no tendremos para financiar el colegio particular pagado e inexorablemente tendremos que matricular en la escuela pública. Y para nadie es una novedad, salvo los colegios más emblemáticos, la mala calidad del sistema tal como está hoy. Aunque nos duela, lejos es un retroceso, no solo en la calidad, por cierto importante y eje central de nuestros principios, sino que la brecha socio–educacional se irá haciendo cada vez mayor.
La pregunta es…….nuestros hijos, ¿Se merecen esto? ¿Para esto le dimos el voto a nuestro representantes en el Honorable Congreso?
A este respecto, me llama profundamente la atención la inconsistencia del discurso de algunos de nuestros senadores quienes por televisión dicen "No, si nosotros no queremos cerrar los colegios particulares subvencionados, solo les queremos quitar el aporte estatal", cuando todos sabemos que en la práctica, si esta aciaga idea llega a prosperar, es la crónica de una muerte anunciada.
En la declaración universal de los derechos humanos, adoptada y proclamada el 10 de Diciembre de 1948, en el artículo 26, hace referencia a: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos", y dudo que los autores de esta declaración hayan pensado que el criterio para escoger sea solo entre la opción A u opción B, donde el límite entre ambas solo sea un factor ideológico o economicista.
Muy por el contrario, creemos fundamental que en este proceso de elegir el tipo de educación para nuestros hijos exista una variedad de alternativas y que hoy por hoy es posible en la gran variedad de proyectos educativos que nos provee el sistema mixto.
Finalmente deseo dejar muy, pero muy en claro. Que nuestra posición como apoderados de la región Metroplitanta NO ES DEFENDER A LOS SOSTENEDORES.
Lo que estamos haciendo es defender nuestra opción a elegir donde matricular a nuestros hijos y asumir como propios el o los proyectos educativos que mejor respondan a nuestros valores y conceptos de familia y hacia donde quiero encauzar la educación de nuestros tesoros más preciados.
Nos oponemos a la discriminación selectiva, y por tanto a todo proyecto que bajo la vestimenta de la igualdad, pretenda encajonarnos en los carriles de una educación Pública y una educación privada, sin aporte estatal.
A todos nuestros apoderados, que en esta tarde han dejado muchos trabajos y compromisos pendientes para estar en esta sala, los felicito, y animo a continuar adelante por que nada es más importante para el ser humano que el no sentirse discriminado y el poder elegir en un espectro amplio, qué tipo de educación desea para sus hijos.
Por eso hago un llamado al mundo político, ya es tiempo de legislar de cara a la ciudadanía, pensando en un Chile más igualitario, más inclusivo. Deben escuchar el verdadero clamor popular y no buscar en cantos de sirenas votos que más tarde no llegarán. Espero que sean capaces de revertir esta situación y estén a la altura de la gran confianza que hemos depositados en ustedes, para hacer de este un mejor y más grande país.
